- La industria fotovoltaica nacional es sólida, competitiva y de calidad y cuenta con empresas punteras y líderes a nivel internacional.
- Introducir líneas de avales para fabricantes exportadores contribuiría a consolidar su competitividad en los mercados internacionales.
- Asegurar un desarrollo estable a través de la celebración de subastas, simplificar los trámites administrativos, fomentar el autoconsumo para reducir los costes de la industria, entre las medidas necesarias para impulsar la reindustrialización de España.
- Seguir apostando por la innovación es vital para mantener la ventaja competitiva del sector fotovoltaico.
Madrid, 26 de mayo de 2020. UNEF ha celebrado hoy un nuevo diálogo virtual abierto sobre “¿Puede ser la industria fotovoltaica el motor de la recuperación economica?” retransmitido en directo desde el canal de YouTube, dentro de la iniciativa #DialogosSolaresDesdeCasa.
En este diálogo, moderado por David Page, de El Independiente, han participado José Donoso, Director General de UNEF; Carlos del Cañizo, Director del Instituto de Energía Solar; Amaya Gómez Panedas, Sales Manager de Braux Energy Group y Raúl Morales, CEO de Soltec.
Los expertos han coincidido en calificar la fotovoltaica como un sector económico estratégico que contribuye de forma importante al PIB de España, supone la generación de 60.000 empleos y que cuenta con empresas punteras en toda la cadena de valor de la tecnología, algunas de las cuales son líderes a nivel internacional. Se trata de una industria sólida, competitiva y de calidad que ha ido desarrollando un alto know-how a lo largo de las últimas décadas. A este respecto, José Donoso, Director General de UNEF ha querido destacar “el importante esfuerzo que el sector fotovoltaico español está haciendo para resaltar su calidad y el alto valor económico de su contribución a la Marca País”.
Por su parte, Raúl Morales ha señalado: “La lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente deben estar en el centro de las estrategias económicas y políticas, entendiendo que son necesarias para la recuperación de un país y un pilar clave para construir economías más fuertes tras la crisis sanitaria en la que nos encontramos. Por eso, la energía fotovoltaica debe ser también parte integral de esta recuperación. En España contamos con empresas de gran envergadura en el desarrollo de sistemas fotovoltaicos y unas condiciones climatológicas óptimas para impulsar este cambio. Contamos con el potencial y la capacidad para ser uno de los motores económicos de nuestro país tras esta compleja situación. Debemos, como sociedad, apostar por ello para crear un modelo energético más sostenible, pero también para reforzar y regenerar el tejido empresarial, ya que pueden servir como generador de empleo tecnificado, de calidad y estable.”
Además, Amaya Gómez ha destacado “España es uno de los países potenciales especializado en la fabricación de equipos y tecnología para el sector solar de gran calidad, desde fabricantes de estructuras y trackers, como en el caso de BRAUX en particular, así como fabricantes de inversores, centros de transformación y electrónica de potencia en general, sin olvidarnos además de toda la cadena de valor que participa en la construcción de estos proyectos. Destacar también el impacto en la creación de empleo, en nuestro caso además en núcleos rurales un tanto deslocalizados dada la situación de nuestra fábrica, en la provincia de Pontevedra frontera con Portugal."
Estabilidad y apoyo financiero, elementos clave para impulsar una recuperación verde liderada por la fotovoltaica
Los expertos han coincidido en destacar la necesidad de contar con una política estratégica industrial que tenga en cuenta la pequeña y mediana empresa y que promueva de forma decidida el sector fotovoltaico nacional como motor de la recuperación verde de España.
La reindustrialización de nuestro país se puede alcanzar garantizando un crecimiento estable del sector, a través de la convocatoria de subastas de energías renovables, agilizando la tramitación administrativa para los proyectos fotovoltaicos e incentivando el despliegue del autoconsumo para reducir los costes de la industria, lo que contribuiría a fomentar el mercado nacional. Además, es necesario contar con líneas de financiación, a través de fondos nacionales y europeos, para apoyar las empresas exportadoras y potenciar la formación y la capacitación de los trabajadores.
Contar con una industria fotovoltaica nacional fuerte permitiría reducir considerablemente la huella de carbono en el transporte de los componentes procedentes del extranjero, así como la dependencia del exterior.
La innovación, fundamental para mantener la ventaja competitiva del sector
Los expertos han resaltado la importancia de la innovación para mantener la ventaja competitiva del sector fotovoltaico y la necesidad de contar con líneas de financiación específicas. Las líneas de investigación abiertas en la actualidad incluyen los módulos bifaciales, una tecnología que se va a consolidar en el corto plazo; la integración de la fotovoltaica en la edificación y en vehículos; y la digitalización de la red y del sistema eléctrico.
Por su parte, Carlos del Cañizo ha señalado “Para que la industria fotovoltaica pueda ser un motor de la recuperación económica necesitamos hacer una apuesta estratégica dentro del marco europeo; cultivar un ecosistema de empresas, centros de investigación y centros de formación en cooperación constante y abierta; fomentar un mercado estable con proyección a largo plazo que anime a que se realicen las inversiones necesarias; hibridar con otros sectores como el de la construcción y el transporte; y seguir apostando por la internacionalización y el desarrollo de tecnología propia en toda la cadena de valor del fotovoltaico, desde el material de partida a la instalación.”
El próximo diálogo de la serie #DiálogosSolaresDesdeCasa se celebrará el jueves, 28 de mayo, a las 12:00 horas, sobre la tramitación administrativa de las instalaciones de autoconsumo.