Fotovoltaica, tecnología líder en el panorama energético mundial

[caption id="attachment_7124" align="alignleft" width="331"]José Donoso José Donoso, Director General de UNEF[/caption] Si 2015 ha sido un año de crecimiento firme del sector fotovoltaico, el año que nos deja ha sido marcado por numerosos hitos que confirman esta senda positiva y que nos hacen mirar con optimismo al nuevo año. En 2016 el mercado global fotovoltaico ha seguido su tendencia de fuerte crecimiento, con la instalación de 50 GW de nueva potencia a nivel internacional, elemento que se une a un incremento continuo de su competitividad. Estos elementos han determinado que este sector haya tenido uno de los desarrollos tecnológicos más vibrantes del panorama energético actual. Entre los países que han apostado de manera más decidida por la fotovoltaica, destacan los países asiáticos, como China y Japón, y Estados Unidos. Las principales razones que están en la base de la decisión de estos países de invertir en fotovoltaica son por una parte de tipo ambiental, porque se trata de una fuente de energía limpia y versátil, y por otra parte, de tipo económico. En este sentido, la importante disminución de los costes ha permitido a este sector alcanzar niveles de competitividad muy altos, como demuestran los bajos precios registrados en las recientes subastas internacionales en México, Argentina y Dubai. A raíz de estos acontecimientos, podemos afirmar que, a día de hoy, la tecnología fotovoltaica es la más barata. Este desarrollo continuo del mercado fotovoltaico se enmarca en un contexto internacional de apoyo a las energías renovables, en el que la mayoría de los países y de las instituciones supranacionales han reconocido el papel de esta tecnología y de las otras renovables en la lucha contra el calentamiento global. La prueba de esta buena predisposición está representada por la ratificación por parte de 200 países del Acuerdo de París, el producto de la COP21 que persigue limitar el aumento de la temperatura de la tierra en 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales. Este compromiso, que se ha visto reafirmado también durante la última Conferencia de las Partes celebrada el pasado mes de noviembre en Marrakech, representa un hito muy importante en la historia de los acuerdos internacionales, porque cuenta con el apoyo y participación de países como Estados Unidos y China. 2016 ha sido entonces el año en el que el tema de la lucha contra el cambio climático, y del papel de las renovables, ha vuelto a estar en el centro del debate público, dando lugar a un impacto positivo en la concienciación de la sociedad sobre este problema. Con este respecto, este año nos ha regalado noticias positivas como la de Portugal, que en mayo de este año se ha abastecido durante cuatro días solo de la energía producida a base de aire, viento y sol. Estos ejemplos demuestran que la transición hacia un modelo energético sostenible no es solo necesaria, sino posible y viable. También a nivel europeo se han emitido señales de apoyo al desarrollo del sector renovable, señales que han culminado en la presentación en pasado 30 de noviembre del Paquete de Energía Limpia, un conjunto de medidas elaborado por la Comisión Europea que pretenden cumplir con el objetivo de que al menos el 27% de la energía que se consume en la Unión Europea en 2030 provenga de fuentes limpias, y que hasta 2030 se produzca una reducción del 40% de las emisiones contaminantes y un incremento mínimo de la eficiencia en 27%. Cabe destacar que el paquete persigue tres objetivos principales, dar prioridad a la eficiencia energética, convertir Europa en el líder mundial de las energías renovables y ofrecer un trato justo a los consumidores, que se consideran actores activos clave del modelo energético. Sobre la situación en España, 2016 ha sido un año dominado por la incertidumbre política debida a la repetición de elecciones y a la falta de mayoría absoluta por parte del Partido Popular. En este contexto, no ha sido posible llevar a cabo las reformas a la normativa vigente de autoconsumo, el RD 900/2015. Estas medidas, que están recogidas en el acuerdo que los principales partidos políticos españoles firmaron el pasado mes de marzo, persiguen la definición de un marco más favorable al impulso del autoconsumo que elimine las barreras administrativas y económicas existentes. En este sentido, desde UNEF seguiremos luchando en defensa del autoconsumo hasta que se reconozca este derecho cívico. Los argumentos del Gobierno, que insiste en el carácter de insolidaridad del autoconsumo, son injustificados si consideramos que su desarrollo supondría, en el mejor de los casos, que el sistema eléctrico deje de cobrar 12 M€, una cantidad pequeña para un sector que factura más de 18.000 M€. No obstante, es importante señalar que el autoconsumo sigue desarrollándose, aunque a un ritmo menos marcado de lo que podría ser en un contexto más favorable, y que representa una alternativa legal, viable y rentable de abastecimiento de energía. A pesar de la situación de parálisis a nivel nacional, el tejido industrial fotovoltaico español ha ido intensificando las actividades de I+D+i y las empresas españolas del sector han seguido adelante en sus procesos de internacionalización, cosechando éxitos relevantes gracias a su flexibilidad, su know-how y su capacidad de atención al cliente. Todas estas empresas que a día de hoy están siendo líderes en el mercado internacional, están deseando que en España se creen las condiciones adecuadas para impulsar la reactivación del sector, tendencia que puede realizarse solo a través de la recuperación de la seguridad jurídica. Prohibir la puesta en marcha de medidas retroactivas, así como definir de una retribución fija para las renovables a largo plazo, son medidas necesarias y de fundamental importancia si nuestro país quiere volver a ser atractivo para los inversores. El anuncio del Ejecutivo de la celebración de una subasta energética de 3.000 MW en el primer semestre de 2017 ha sido acogido con positividad por parte del sector, porque genera una importante ocasión de reactivación del mismo. Lo importante, con respecto al tema de las licitaciones, es que España aprenda de las lecciones internacionales y adopte un mecanismo cuyos criterios garantizan su eficiencia. En concreto, el modelo de subastas debe ser abierto, transparente y no discriminatorio para las energías renovables, debe enmarcarse en una planificación a largo plazo, la experiencia internacional y debe basarse en un diálogo constante con los agentes implicados. Además, creemos que es fundamental que las subastas se realicen sobre kWh producidos, en lugar de sobre potencia instalada, y que se reserve el 20% a los proyectos más pequeños, para impulsar un desarrollo más ordenado y equitativo del sector. Este año ha marcado hitos importantes para la fotovoltaica, y miramos entonces con optimismo al año que viene, esperando que España pueda volver a ser país líder en este sector económico y verde. Artículo publicado en FuturEnergy
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