Las plantas fotovoltaicas Olmedilla y Campo Arañuelo III, construidas y operadas por Iberdrola, han obtenido el Sello de Excelencia en Sostenibilidad UNEF que reconoce las plantas de energía solar en suelo realizadas con los mayores criterios de integración social y ambiental. Con estos proyectos, ya son doce los que han conseguido este reconocimiento.
En concreto, Iberdrola ha puesto en marcha diferentes iniciativas para contribuir a la actividad económica local, como el caso de la contratación de personal de la zona tanto para las fases de construcción como de operación, y ha confiado en diferentes empresas locales. Además, ha llevado a cabo distintas iniciativas en consonancia con el sector primario, como es el caso de la instalación de colmenas y el acceso a los terrenos del pastoreo con ovejas.
En el ámbito del medioambiente, la compañía ha plantado más de 14.000 especies autóctonas y ha construido numerosos refugios para dar cobijo a diferentes especies faunísticas, como anfibios, insectos o mamíferos, como el conejo.
Con los proyectos Olmedilla y Campo Arañuelo III, Iberdrola cuenta ya con tres proyectos de energía solar en suelo que han logrado esta certificación para la que se ha llevado a cabo una auditoría independiente, realizada por la empresa SGS, en la que se han valorado parámetros socioeconómicos, de preservación y restauración de biodiversidad y de economía circular, que responden al compromiso de Iberdrola con la sostenibilidad económica, social y medioambiental.
El Sello de Excelencia en Sostenibilidad, que fue creado UNEF en 2020 para difundir las buenas prácticas del sector fotovoltaico español, reforzando el compromiso del sector fotovoltaico nacional con una transición energética sostenible. Continuando con este trabajo, UNEF se ha convertido en la primera entidad que ha diseñado a nivel mundial un sistema propio para la certificación de la sostenibilidad de las instalaciones fotovoltaicas, dirigido a todas las empresas que puedan tener interés en obtenerlo, ya sean desarrolladoras, constructoras, propietarias o cualesquiera otras en el segmento de las plantas solares en suelo.
“La consecución de la transición energética no puede entenderse sin la convivencia y la creación de valor añadido entre la población, el territorio y su biodiversidad y los proyectos, como si de un matrimonio a 30 años se tratara que parte del respeto y del convencimiento mutuo de lo positivo de la iniciativa, ha recalcado Rafael Benjumea, presidente de la Unión Española Fotovoltaica.
En la actualidad, son doce los proyectos de energía solar en suelo que han conseguido el Sello de Excelencia en Sostenibilidad de UNEF. “Esta docena de proyectos demuestran que no hay una fuente de generación energética más integrada con el territorio, la biodiversidad y la ciudadanía que la energía solar. Estamos convencidos de que, gracias a la existencia de esta certificación pionera, lo que parece la excepción se va a convertir en la norma dentro del sector fotovoltaico nacional. En los próximos años confiamos en que todos los proyectos de energía solar en suelo tengan y vean reconocidos sus excelentes estándares de integración con social y ambiental”, ha recalcado Benjumea.
“El respeto por el medio ambiente es uno de los valores principales de Iberdrola y su gestión se materializa a través de nuestras políticas corporativas de desarrollo sostenible. En los últimos tres años, hemos realizado más de 1.450 acciones de protección a la biodiversidad combinando la instalación de proyectos renovables con la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas, cuidando flora, fauna y patrimonio natural”, expone Julio Castro, CEO Iberdrola Renovables Energía.
Además, Castro afirma que “en Iberdrola nos esforzamos para que la generación renovable conviva positivamente con la población de su entorno, generando empleo local y llevando a cabo diferentes iniciativas en consonancia con el sector primario, como es el caso de la plantación de viñedos o la instalación de colmenas en nuestras plantas. Nuestro objetivo es impulsar la transición hacia un nuevo modelo socioeconómico que sea climáticamente neutral, resiliente, sostenible e inclusivo”.
Sobre el proyecto Olmedilla
El parque de Olmedilla, de 50 MW, ubicado en los municipios de Valdeverdejo, Alarcón y Olmedilla de Alarcón produce energía limpia para cerca de 30.000 hogares al año, lo que evitará la emisión de 18.000 t CO2/año.
Los módulos del parque se han instalado sobre seguidores solares. Estos permiten el movimiento de los módulos siguiendo la trayectoria del sol para maximizar así la captación de energía.
Durante la fase de construcción, el 55% del personal empleado fue local, además de contar con diferentes empresas locales. Actualmente, para la operación de la planta se ha contratado tres empleados locales y se ha facilitado un traslado.
Los terrenos de Olmedilla se han aprovechado para desarrollar diferentes iniciativas en consonancia con el sector primario, como es el caso de la instalación de colmenas o el fomento del pastoreo con ovejas. En el aspecto medioambiental, se han plantado 13.500 plantas autóctonas para mitigar el impacto paisajístico, además de un gran número de especies aromáticas, y se han construido refugios para dar cobijo a insectos y a otras especies faunísticas de la zona
Sobre el proyecto Campo Arañuelo III
La planta solar de Campo Arañuelo III, de 40 MW, está ubicada en el municipio cacereño de Romangordo y es el primer proyecto fotovoltaico de España que incorpora un sistema de almacenamiento. En concreto, una batería de 3 MW de potencia y 9 MWh de capacidad.
La instalación forma parte del complejo Campo Arañuelo, ubicado en la comarca de Almaraz, integrado por las plantas fotovoltaicas Arañuelo I, II y III, que suman una capacidad instalada de 143 MW y evitarán la emisión a la atmósfera de 41.000 t CO2/año. Con la construcción del complejo se contribuyó a la dinamización de la industria local y el empleo, con la involucración de 500 profesionales.Con el mismo objetivo de contribuir a la actividad económica local, para la operación se ha contratado a personal del municipio y de Extremadura. Además, se han contado con diferentes empresas locales y nacionales. Entre ellas, la extremeña Faramax, que fue la encargada de fabricar los transformadores para las plantas del complejo.
Como medidas ambientales, destaca la instalación de 40 colmenas de las que ya se ha cosechado la primera miel ecológica del mundo, demostrándose así que las plantas fotovoltaicas resultan espacios muy útiles para generar miel pura, al mismo tiempo que ofrecen a los apicultores espacios seguros, libres de robos y plaguicidas. Además, los terrenos de la planta también se destinan al pastoreo con ovejas.
Por otro lado, se han plantado 650 encinas y se han construido núcleos de reproducción para conejos con el objetivo de mejorar el hábitat del lince ibérico. En concreto, cada núcleo poblacional consta de un cerramiento de exclusión de depredadores terrestres, con cinco vivares con cercado de aclimatación y con tres jaulas trampa por cercado, tres comederos, tres bebederos, tres tolvas y cinco refugios de ramas.
Otras medidas que se han llevado a cabo en la planta son la construcción de cajas nido, de una charca para reproducción de anfibios y de barreas anti-atropello. Sin olvidar, la instalación de balizas con iluminación en la línea de evacuación.