El Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE) en España, conocido como el impuesto del 7%, ha sido una de las medidas fiscales más relevantes en el sistema eléctrico español durante la última década. Desde su creación en 2012, su aplicación ha pasado por diversas fases de suspensión y reactivación, reflejando la evolución del contexto energético y económico del país.
El IVPEE fue creado por la Ley 15/2012, de 27 de diciembre, de medidas fiscales para la sostenibilidad energética, con un tipo impositivo del 7% sobre el valor de la producción de energía eléctrica incorporada al sistema. Su propósito declarado fue contribuir a la sostenibilidad económica del sistema eléctrico y reducir el déficit tarifario acumulado, que a finales de 2011 alcanzaba aproximadamente 24 000 millones de euros, según datos comunicados por el propio Gobierno español.
Desde su entrada en vigor en enero de 2013, el impuesto se aplica sobre los ingresos brutos obtenidos por la venta de electricidad, sin considerar costes operativos o de inversión, lo que lo convierte en un tributo de base amplia.