Un estudio científico realizado en las plantas solares de Endesa en Minglanilla y Graja de Iniesta (Cuenca) demuestra que estas instalaciones están recuperando la biodiversidad natural del entorno, transformando antiguos terrenos agrícolas en hábitats ricos en flora y fauna.

El informe, desarrollado junto a entidades como la Asociación Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel y la Fundació Medioambiental de la Comunitat Valenciana, confirma que las medidas aplicadas —revegetación, pastoreo regenerativo y ausencia de químicos— favorecen la presencia de más de 400 especies registradas, incluidas algunas difíciles de observar como el águila moteada o el gato montés.
Además, destaca el refugio de insectos instalado en la planta, construido con la participación de escolares y personas con discapacidad, que podría convertirse en una reserva entomológica y entrar al Guinness de los Récords.