* Artículo redactado por Javier Goizueta, Líder de Corporate de Marsh España
Las energías renovables están en boca de todos. Los planes de transición energética hacia un modelo de producción más respetuoso con el medio ambiente están apoyando el auge del sector de las renovables en España, lo que hace que vivamos una etapa de ambiciosos planes de desarrollo de estas energías, con numerosos proyectos de construcción y nuevas tecnologías asociadas.
Sin embargo, la experiencia nos muestra que para garantizar la viabilidad de estos proyectos es imprescindible una adecuada gestión de los riesgos inherentes a todas sus fases de desarrollo y construcción, aspecto del que cada vez son más conscientes los principales actores del mercado, tanto desarrolladores como financiadores, fabricantes, tecnólogos y operadores.
El desarrollo de dichos proyectos suele ser un camino largo y complejo, que incluye desde la obtención de ubicaciones, punto de conexión, declaración de impacto ambiental positiva, acceso a capital, negociaciones con suministradores y especialistas hasta la entrada en operación de la planta.
Nos podemos encontrar numerosas piedras en el camino en forma de riesgos legales (como por ejemplo falta de obtención de permisos, difusa titularidad jurídica de zonas de paso de la línea de evacuación o litigios respecto al acceso a puntos de conexión), riesgos financieros (avales de punto de conexión, acceso a financiación en condiciones de mercado, obtención de un contrato de compraventa de energía (PPA), riesgos fiscales derivados de la estructura societaria usada para desarrollar los proyectos) así como riesgos fortuitos (tormentas, incendios, inundaciones…) durante los trabajos de construcción o con la planta ya operativa.
Por todo ello es vital una adecuada gestión de dichos riesgos mediante la identificación de los mismos con una adecuada Due Diligence de riesgos y seguros, y una política de retención de los riesgos que se pueden asumir y transferencia al mercado asegurador de aquellos riesgos que puedan poner en peligro la viabilidad de la operación para poder garantizar la rentabilidad del proyecto.
Recientes experiencias nos muestran que el mercado asegurador es cada vez más versátil cubriendo determinados riesgos característicos del sector de renovables, como pueden ser, a modo de ejemplo:
- Avales aseguradores para puntos de conexión.
- Coberturas de falta de permisos y licencias especialmente en proyectos brownfield.
- Coberturas fiscales para posibles interpretaciones normativas adversas por parte de las autoridades tributarias respecto a esquemas societarios típicos en estructuras de desarrollo de renovables o;
- Coberturas para potenciales pasivos ocultos en operaciones de compraventa de carteras de renovables).
Por todo lo anterior, desde Marsh estamos firmemente convencidos de que una adecuada gerencia de riesgos ayuda al éxito de la operación mediante el uso de soluciones aseguradoras que, en muchos casos, no son conocidas por los principales actores del sector pero que, en caso de usarse, pueden proporcionar estabilidad y fiabilidad/confianza al proyecto, logrando así acceso al capital requerido para realizar estos desarrollos y transfiriendo a un tercero las consecuencias adversas que estos riesgos pueden conllevar.